jueves, 20 de mayo de 2010

SI CAMBIAS DE COLOR..de Juan Cervera Sanchis



Si cambia de color el ojo del semáforo

la calle se transforma

lo mismo que si fuera una crisálida

y en el escaparate de la tienda de espejos

contempla una muchacha

su sorprendida imagen

mientras que un caballero

contempla a la muchacha

desde la ventanilla de su auto detenido.

Si cambia de color el ojo del semáforo

la esquina del café donde yo veo

pasar el río agitado de la gente

decide, caprichosa, convertirse en poema

y me obliga a sacar mi libreta de apuntes

y mi amarilla pluma desechable

y escribir para ti esto que estás leyendo,

mientras sueñas que amas a la linda muchacha

que, curiosa y absorta, al mismo tiempo,

se detuvo frente a los ojos niños del poeta

-para ella, por siempre, ajenos e insondables-

ante el escaparate de la tienda de espejos;

que tal vez ya no exista o nunca haya existido;

lo mismo que el semáforo, la calle,

la muchacha, el café y el poeta,

y tú que te imaginas que existes

porque crees que existe este poema

y aquí lo estás leyendo,

cuando en verdad no es cierto que existimos.

Si cambia de color el ojo del semáforo,

sí tú, si yo, si ayer, si hoy y si mañana

y si nunca jamás y si siempre y si nunca

y si lloro y si río y si canto y si grito

y si al fin me decido a creer

que basta con un sorbo

espeso y negro de humeante café

para urdir mundos nuevos y destejer galaxias

y morir y nacer al mismo tiempo

y acariciar el Todo desde la inmensidad

inabarcable y bella de la Nada.

JUAN CERVERA SANCHIS

México D. F., 19 Mayo, 2010

martes, 18 de mayo de 2010

PERROS...de Juan Cervera Sanchis

Ni en Nueva York ni en Washington,

ni en Londres ni en Berlin,

ni en Roma ni en Paris

hay perros callejeros,

pero en México sí.

En México sí hay perros callejeros,

inteligentes perros

que cruzan los semáforos

moviendo a golpes vivos

de elegancia sus rabos

y empinando sus graciosas orejas.

Si hay perros callejeros

en la ciudad de México.

Fantásticos mestizos

y a la vez burlones aristócratas,

y amantes todos ellos

de la siempre difícil, costosa libertad,

que es la libertad su bandera y su guía.

En México si hay perros callejeros.

Todavía hay perros callejeros

en la ciudad de México,

aunque no falten bípedos esclavos

que los quisieran muertos

o esclavos como ellos.

Ni en Nueva York ni en Washington,

ni en Londres ni en Berlín,

ni en Roma ni en Paris

hay perros callejeros,

pero en México sí,

en México si hay perros callejeros

y yo soy uno de ellos

sencilla y bellamente porque sí,

porque prefiero ser un perro callejero

a ser un títere y un paria del dinero

como Harapos Vankero y el zar Karko Kikín.


JUAN CERVERA SANCHIS

México D. F.

ABRIÓ


Abrió y cerró

la puerta

y desapareció

y ya no volví a verle

nunca

nunca

jamás.

Apenas si conservo

un fugaz parpadeo

de su fugaz imagen,

y esa fugaz imagen

es ya todo mi vida,

esta vida fugaz

y siempre huyendo

desesperadamente

de sí misma.

Abrió y cerró

la puerta

y desapareció,

y desapareció,

¡y desapareció!

¿y desapareció?

JUAN CERVERA SANCHIS

México D. F., 15 mayo 2010

sábado, 15 de mayo de 2010

CANTARES de Juan Cervera Sanchis

1.-

La vida, para empezar,

queramos o no se acaba.

Quien nace su tumba cava.

No hay por ello que llorar.

2.-

La memoria del olvido,

tras recordarse a sí misma,

se perdió en su propio cisma

como un recuerdo fallido.

3.-

En la rosa de los vientos

se encontró con el jazmín

del sueño niño y sin fin

de sus locos pensamientos.

4.-

Nadie olvide que vivir

tiene sentido al cantar;

cantemos igual que el mar,

que canta, incluso, al gemir.

5.-

Por suave que sea la alfombra

y edulcoradas las mieles,

tarde o temprano habrá hieles.

La luz da paso a la sombra.

6.-

Oye bien lo que te digo

con la mayor atención:

Llega siempre la traición

enmascarada de amigo.

7.-

Que los golpes de la vida

nos sirvan para entender

que el verdadero poder

no está en manos del suicida.

8.-

Hagamos del sufrimiento

un motivo de alegría

haciendo de la poesía

nuestro diario alimento.

9.-

Imagina la mentira

que su astucia y su maldad

pueden burlar la verdad.

Todo embustero delira.

10.-

Olvídense del rencor

y dejen de renegar

los que quieran cultivar

el geranio del amor.

JUAN CERVERA SANCHIS

México D. F. , 10 mayo 2010