
Tricornio de hechicero.
Madre y padre de magias imprevistas.
Vencedor de distancias.
Portador de alegrías y tristezas.
Espejo del amigo.
Sombra donde se emboza el enemigo.
¡Ah, teléfono, ah!
A través de tu hálito invisible
puede suceder todo.
Llegarnos puede todo:
la palabra de aliento, la amenaza,
la risa, el llanto, el frío y el calor.
Y cuando suenas, ¡ay!, en la alta noche
un mar de incertidumbres nos araña la sangre
y el corazón no es nuestro de repente.
¡Ah, teléfono, ah!
Tricornio de hechicero.
Brujo infín, brujo infín.
Y palabra no hallada todavía
para decir tu nombre verdadero.
JUAN CERVERA SANCHIS
México, primero de mayo, 2010
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