
y leal ciudad de México, los manifestantes, que llenaban por
completo el espléndido Paseo de la Reforma, lo hacían entre
espesas columnas de humo y gritando a todo pulmón:
“¡¡¡Fu, fu, fu, fu, fu fá!!!
A lo que añadían perfectamente orquestados:
“¡¡¡Primero no comer que dejar de fumar!!!”
Verdaderamente era impresionante y espectacular ver
aquella singular y única manifestación, de no acarreados,
conformada por mujeres y hombres de todos los partidos
políticos y todas las clases sociales, sin excepción, unidos
estrechamente por el mismo y unificador propósito: la
defensa de los fumadores.
Los fumadores, unidos por su devoción al tabaco,
mostraban la unidad de las unidades por una causa
común.
Se oían frases como éstas: “Fumemos hasta la Santa
Muerte” y: “Los fumadores unidos jamás serán vencidos”.
En aquella apoteótica manifestación no hace falta decir
que se daban cita panistas, priistas y perredistas, católicos,
protestantes, ateos y creyentes, seguidores del América y
fanáticos de las chivas.
Se confirmada así que el vicio une mucho más que la
virtud y quedaba patentizado en aquella manifestación;
que se convertía en la gran noticia del momento en
Internet, las televisoras, las emisoras de radio, periódicos
y revistas.
México se convertía en el primer país donde se hacía una
manifestación multitudinaria en defensa de los fumadores.
Lo extraordinario de aquella protesta se derivó de sus
consecuencias. Días después, imitando a los fumadores
mexicanos, se desataron manifestaciones similares en todas
las grandes ciudades del mundo.
Primero fue en Paris y de inmediato continuaron en Londres,
en Berlín, en Roma, en Madrid, en Lisboa... y, luego,
en América, desde Nueva York a Buenos Aires.
La ciudad de México pasó, con toda legitimidad, a la
historia, como líder defensora del tabaquismo, por aquella
manifestación que los historiadores denominaron
“Grito en el Humo”.
México D. F., Enero 2050
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