domingo, 1 de agosto de 2010

LA PALABRA AMOR

Agonizaba,

agonizaba,

agonizaba la palabra amor.

Agonizaba triste sola;

sola y triste agonizaba

la palabra amor,

la palabra rota,

rota y herida y desgarrada;

hundida en su agonía,

con la A separada de la Eme,

y la O divorciada de la Ere.

Deshecha la palabra,

y maltrecha y gimiente

y ya irreconocible;

sin música y sin fe,

vacía ya y sin sentido ya,

cansada hasta el extremo del hastío.

Agonizaba

la palabra amor, ya sin amor;

agonizaba,

agonizaba,

agonizaba triste y sola;

sola y triste te digo,

te digo, ¡ay!, que agonizaba

la palabra amor, ya sin amor.

Y era terrible y era aterrador,

y era aterrador y era terrible

como el fin del fin que es siempre

la ausencia del amor en la palabra,

cuando ésta carece de sentido

y se convierte en simple cascarón

ya sin clara y sin yema,

ya sin vida y sin luz que le de aliento.


México D. F., 28 Julio 2010

1 comentario:

  1. Muy agradable, me doy cuenta que no estoy solo, no hay soledad, hay poetas tan cerca tan cerca, lo suficiente para leerlos.

    ResponderEliminar

Es el momento de tus comentarios