Homenaje a Esteban Manuel Villegas (1589-1669)
Sólo tu voz amiga me alimenta,
tu dulce voz tan dulce que me endulza
el alma con su dulce miel dulcísima,
¡oh dulce amiga!
Sin tu voz no imagino mi existencia
en este mundo acerbo y sin sentido,
que gracias a tu voz, amiga mía,
tiene sentido.
Tu voz amiga y dulce, siempre dulce;
amiga y dulce y siempre fiel y amada;
esa tu voz por la que yo suspiro,
canto y aliento.
Dulce eres tú mi dulce amiga mía
y verdadera amiga de mi vida;
de esta mi vida que, sin tu voz, ¡ay!,
no existiría.
Dulce es la vida, dulce, sí, muy dulce,
esta mi vida oscura y siempre en guerra,
que tu voz embellece y dulcifica,
salva y eleva.
JUAN CERVERA SANCHIS
México D. F., 22 enero 2009
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